La recepción se llevó a cabo con una comida festiva en el auditorio adjunto al monasterio de la Santísima Trinidad en la Ciudad de México. En una fiesta amenizada con cantos y guitarras, el lider espiritual de la Comunidad Rusa, el Abad Nektariy, les dió su bendición para que regresen a su Patria y para que Dios les guie en sus pasos futuros en Rusia.
Coincidiendo con la Fiesta Patronal Parroquial, tuvimos una concurrida asistencia y el festejo se extendio hasta la noche; los últimos en despedirse fueron precisamente la familia Slésarev, quienes dejan una huella muy profunda en nuestros corazones.